Superando el Miedo: Fijando la Mirada en Jesús
El miedo es una emoción básica y natural que tiene su propósito en la preservación de la vida. Nos ayuda a escapar del peligro y a mantenernos a salvo en situaciones amenazantes. Sin embargo, el problema surge cuando permitimos que el miedo domine nuestro corazón, llevándonos a una vida esclavizada por la ansiedad y el temor. Romanos 8:15 nos recuerda que “Ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: «¡Abba! ¡Padre!»” El miedo tiene la capacidad de distorsionar nuestra percepción de la realidad, llevándonos a pensar de manera exagerada y disfuncional. Peor aún, este tipo de miedo excesivo no solo afecta a quien lo experimenta, sino también a todo su entorno. Por eso, Isaías 35:4 nos dice: “Digan a los de corazón temeroso: «Sean fuertes, no tengan miedo. Su Dios vendrá, vendrá con venganza; con retribución divina vendrá a salvarlos.»” El miedo y nuestra fe en Dios El único ser que merece nuestro t