AMIGO DE. Ese ser supremo en el cual crees y confias.

En el vasto universo de creencias religiosas y espirituales, un mensaje resuena con claridad en todas las tradiciones: no estamos solos. Esta afirmación cobra vida en las escrituras bíblicas, recordándonos que, incluso en los momentos más oscuros, Dios extiende Su mano para sostenernos. Versículos como Nahúm 1:7 nos invitan a confiar: «Bueno es el Señor; es refugio en el día de la angustia, y protector de los que en él confían». Desde el Cristianismo hasta el Hinduismo, pasando por el Budismo y el Islam, todas las religiones comparten un eje común: la búsqueda de esperanza y consuelo en el poder divino. Los Salmos, por ejemplo, expresan el profundo vínculo humano con lo divino: «Aunque pase yo por grandes angustias, tú me darás vida; contra el furor de mis enemigos extenderás la mano: ¡tu mano derecha me pondrá a salvo!» (Salmos 138:7). Este versículo refleja cómo el poder espiritual trasciende culturas y tradiciones, ofreciendo un refugio constante. En las enseñanzas del Budismo, enco...

La vida está llena de desafíos, de momentos en los que pareciera que el peso del mundo recae sobre nuestros hombros. Sin embargo, en medio de la incertidumbre, una verdad reconfortante prevalece: Dios nunca abandona a quienes confían en Él. Esta promesa no está limitada por las creencias individuales, pues trasciende fronteras religiosas y espirituales. La fe en algo superior siempre ha sido un refugio para millones de personas alrededor del mundo, independientemente de su doctrina. En todas las religiones y sistemas de creencias encontramos este pilar común: la confianza en un poder superior que guía, protege y acompaña. En el cristianismo, versículos como Isaías 41:10 o 2 Corintios 4:8-9 son recordatorios constantes de que no estamos solos. En el hinduismo, el concepto de "Dharma" nos alienta a aceptar las pruebas de la vida como parte del propósito divino. Por su parte, en el budismo, las enseñanzas del Buda nos invitan a hallar paz interior y fortaleza, incluso en tiemp...

La espiritualidad ha sido una constante en la humanidad, un faro que guía, consuela y ofrece respuestas a preguntas fundamentales. Desde mi perspectiva como escritor, psicólogo y creyente, entender las diversas religiones y sectas del mundo no solo enriquece nuestra comprensión, sino que también fomenta un respeto profundo hacia las creencias de otros. A lo largo de la historia, religiones como el cristianismo, islam, judaísmo, hinduismo y budismo han dejado una huella indeleble en la sociedad. Cada una, con sus escrituras sagradas y prácticas únicas, busca responder preguntas sobre la existencia, el propósito y la moralidad. Además, sectas y movimientos modernos como el bahaísmo y el sintoísmo reflejan cómo la espiritualidad sigue evolucionando. En este recorrido global, nos encontramos con similitudes sorprendentes. Por ejemplo, el concepto de compasión es universal: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” resuena en la Biblia, el Corán y los textos budistas. Estos puntos en común nos rec...

En un mundo lleno de incertidumbres, los mensajes que nos reconfortan y guían son como un faro en medio de la tormenta. El pasaje de Isaías 41:8-10 resuena no solo con los cristianos, sino con cualquier persona que busca un propósito y siente el llamado a la esperanza. Este mensaje nos recuerda que somos importantes, valiosos y que, sin importar nuestras circunstancias, siempre hay una fuerza superior que nos guía. Dios, como lo presentan las escrituras, no hace acepción de personas. Este mensaje de amor y aceptación puede resonar con todas las religiones del mundo, desde el cristianismo, el islam, el hinduismo, el budismo, hasta filosofías espirituales como el taoísmo y las creencias indígenas. Todas estas tradiciones tienen en común un llamado a la introspección, la conexión espiritual y el propósito. Este mensaje también invita a reconocer las similitudes que compartimos más allá de nuestras diferencias. La idea de un ser supremo que sostiene nuestras vidas, nos ayuda en momentos di...

Dios, como el buen pastor, promete buscar y cuidar de cada uno de nosotros, tal como lo revela Ezequiel 34:11-16. Esta imagen del pastor amoroso es una de las más potentes en las Escrituras, reflejando la atención y el cuidado divino hacia su rebaño. En un mundo lleno de incertidumbre, es reconfortante saber que no estamos solos ni olvidados. El papel del pastor no es exclusivo del cristianismo. En muchas tradiciones espirituales, se enfatiza la conexión entre lo divino y sus seguidores como un vínculo protector y de guía. En el hinduismo, Krishna es visto como el protector del pueblo, mientras que en el islam, Alá es reconocido como el guardián supremo. Estas imágenes subrayan una verdad universal: el deseo de lo divino de cuidar y guiar a sus hijos. Isaías 53:6 recuerda que "todos nos perdimos como ovejas", pero el Señor tomó sobre sí nuestras faltas, reafirmando su compromiso de buscarnos y redimirnos. Esto se cumple en Jesús, quien declara en Juan 10:14-28: "Yo soy e...

En los momentos de incertidumbre, cuando los desafíos parecen insuperables, es importante recordar una verdad fundamental: Dios nunca te abandonará. Esta promesa, presente en diversas religiones y tradiciones espirituales, nos invita a confiar en un poder superior que siempre está dispuesto a protegernos, guiarnos y fortalecernos. El libro de Nahúm 1:7 nos dice: "Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían." Esta bondad divina se refleja también en Salmos 46:1: "Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones." Estas palabras no solo confortan, sino que también nos animan a enfrentar los desafíos con fe y valor. A lo largo de la historia, las diferentes religiones han coincidido en la existencia de un ser o fuerza superior que actúa como refugio en los tiempos difíciles. En el cristianismo, la figura de Dios como un castillo protector y una fortaleza es recurrente. En el hinduismo, Vishnu es v...

En cada rincón de la existencia, desde el principio hasta el fin, el amor de Dios nos envuelve y nos sostiene. Su presencia constante, incondicional y eterna es un recordatorio de que somos creados con propósito y valor. Salmos 139 nos dice que Él nos conoce íntimamente: "Él sabe cuando te sientas y cuando te levantas; está familiarizado con todos tus caminos". Este conocimiento profundo refleja su amor eterno y su cuidado inquebrantable. El Salmo 139:13-14 nos recuerda que somos una creación maravillosa, diseñada cuidadosamente por un Dios perfecto. Este amor trascendente se manifiesta no solo en nuestra creación, sino también en el sacrificio de Cristo, como lo señala Juan 3:16: "Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo único". El amor de Dios no depende de nuestras obras o logros, sino de Su propósito eterno y Su bondad, como lo describe 2 Timoteo 1:9. Este amor nos invita a descansar en sus brazos y encontrar en Él nuestro refugio, como afirma Deuteronomio 33:2...