CUANDO ALABAS A DIOS TUS PROBLEMAS SE ROMPEN

Padre mío y gloria mía, hoy quiero alabarte con todo mi corazón, quiero alabarte con sinceridad, con deseos que salen desde mi alma, hasta que algo suceda en mí. Quiero alabarte hasta que todo plan del enemigo en mi contra o mis seres amados se rompa, hasta que el aceite de la bendición fluya en mi vida y fluya en abundancia. Quiero alabarte por lo grande que Tú eres, por tu belleza incomparable. Quiero bendecir tu nombre miles de veces y cada vez con mayor fuerza por cuanto Tú eres mi Dios, Tú eres mi Padre.

Toda la tierra te adora y te canta alabanzas; cantan alabanzas a tu nombre y yo me uno en su glorioso coro. Me alegraré por siempre, oraré sin cesar y te daré gracias por todo, aun en los momentos difíciles, ¿y sabes por qué? Porque confío en ti mi Señor, pase lo que pase, yo te he creído. Bendeciré al Señor en todo momento; tu alabanza estará continuamente en mi boca. Mi alma se jactará en siempre contar lo maravilloso que eres.

Te cuento algo mi Señor, estoy orgulloso de ti. No hay Dios como mi Dios. Entre más observo la naturaleza, más deseos siento de alabarte y engrandecerte por siempre.

Por favor, que mi oración se cuente como incienso delante de ti. Alzo mis manos como ofrenda y como señal de que me rindo a tu voluntad en mis horas de angustia.

Clamo a ti Padre mío, te suplico que yo pueda hallar gracia delante de ti, no por lo que yo valgo, sino por lo que Jesús hizo por mi en la cruz del Calvario.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Conociendo a Dios

Cómo vencer la preocupación tomado de la mano de Dios

Dios está pensando en ti