LO MEJOR ES TRATAR CON GENTE QUE ESTÉN EN "UN MISMO SENTIR" CON NOSOTROS.

La Biblia nos dice que cómo caminaran dos juntos si no están de acuerdo. Y aunque yo invito a que tengamos diferentes ideas y opiniones, pienso que dentro de esas diferencias es necesario que compartamos el mismo fin, la misma meta, la misma visión de la vida, para poder vivir felices.

Por ejemplo, yo soy feliz porque Dios me ha concedido estar con personas que comparten mi sentir y podemos "halar" la carreta en la misma dirección.

Quizás tu estés de acuerdo conmigo en este punto, en que se siente una gran paz cuando el enemigo no duerme con uno. ¿Me entiendes lo que quiero decir? ¿Pues cómo vivir con alguien que en lugar de fortalecernos las manos lo que hace es hacernos la guerra?

Aquellas personas que se dedican a dividir, o morder al instrumento que Dios usó para bendecirlos solo están perdiendo el tiempo en esta vida. Ya que la vida es muy corta para vivirla en contiendas. Por eso es bueno que cada uno esté con su grupo, con su gente, y así se viva en armonía. No guardemos rencores, vivamos y dejemos vivir.

La esposa que se pasa uniéndose a los enemigos de su esposo, o viceversa, no es esposa pues débil es la rama que no cubre su tronco. ¿Cómo se entiende que una esposa (o esposo) le dé la razón a los que critican a su cónyuge y quieren destruirlo? Eso es igual que tener al enemigo en la mismísima casa.

El padre o madre que se pasa todo el tiempo criticando a sus hijos en público no es un verdadero padre o madre, pues no se trata solo de traerlos al mundo. Criticar a un hijo en público es destruir su imagen, hacerlo lucir como basura, y ¿qué se gana con eso? ¿Para qué sirve un padre/madre que destruye la reputación de su hijo?

El líder en la iglesia que se pasa todo el tiempo llevándole la contraria al pastor de la obra, se debe ir a otra iglesia pues no está ayudando la misión, está solo siendo piedra de tropiezo. El pastor que humilla a una oveja no es pastor sino lobo. Si no servimos para edificar por lo menos no seamos parte de los que destruyen y rompen las cosas por donde quiera que pasan.

Entiendo que no todos tienen esta bendición y por ello me siento privilegiado porque yo sí vivo rodeado de personas que son mi equipo, sea en familia, sea en mi trabajo secular, sea en mis ministerios o sea en mis amigos (los presenciales o los de facebook). A través de un proceso de escoger y desechar he podido ir manteniéndolos a cada uno de ustedes a lo largo de los años. Y ustedes me hacen feliz y por ello le pido al Señor que los bendiga en sobremanera.

Esto no lo hubiera logrado si no hubiera estado dispuesto a dejar ir todo aquel que me hacía guerra o buscaba mi mal. Tampoco hubiese sucedido si no hubiera aprendido a apreciar y valorar a las personas buenas que han llegado a mi vida de una forma u otra.

Dios merece toda la gloria en todo momento, pues sin su discernimiento hubiese estado ciego y atrapado en una vida de guerras y contiendas de círculos viciosos.

Con agradecimiento por tu ayuda, se despide Tu hermano y amigo,

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