El secreto de Dios revelado a nosotros

Quiero contarte un secreto de Dios, el cual Pablo reveló a los Corintios cuando les escribió lo siguiente: “No todos moriremos, pero todos seremos transformados. En un abrir y cerrar de ojos, cuando Cristo vuelva, se oirá el último toque de la trompeta, y los muertos volverán a vivir y no morirán jamás. Nosotros, los que creemos en Cristo y todavía estemos vivos, seremos transformados.

Dios cambiará estos cuerpos nuestros, que mueren y se destruyen, por cuerpos que vivirán para siempre y nunca serán destruidos. Cuando esto suceda, se cumplirá lo que dice la Biblia: “¡La muerte ha sido destruida! ¿Dónde está su victoria? ¿Dónde está su poder para herirnos?” El pecado produce la muerte y existe porque hay una ley. ¡Pero gracias a Dios, podemos vencerlo por medio de nuestro Señor Jesucristo!” 1 Corintios 15:51-57

“Nosotros ya somos hijos de Dios! Y aunque todavía no sabemos cómo seremos en el futuro, sí sabemos que cuando Jesucristo aparezca otra vez nos pareceremos a él, porque lo veremos como él es en realidad. Todo el que espera confiadamente que todo esto suceda, se esfuerza por ser bueno, como lo es Jesús”. 1 Juan 3:2-3

¿Cómo sabemos que la venida de Cristo está cerca? Recuerda lo que dijo Jesús:

“Pasarán cosas extrañas en el sol, la luna y las estrellas. En todos los países, la gente estará confundida y asustada por el terrible ruido de las olas del mar. La gente vivirá en tal terror que se desmayará al pensar en el fin del mundo. ¡Todas las potencias del cielo serán derribadas! Esas cosas serán una señal de que estoy por volver al mundo. Porque entonces verán que yo, el Hijo del hombre, vengo en las nubes con mucho poder y gloria. Cuando suceda todo eso, estén atentos, porque Dios los salvará pronto. Lucas 21:25-28

“¡Cuidado! No se dejen engañar. Muchos vendrán, y se harán pasar por mí y le dirán a la gente: “Yo soy el Mesías”. Usarán mi nombre y lograrán engañar a muchos. Ustedes oirán que en algunos países habrá guerras, y que otros países están a punto de pelearse. Pero no se asusten; esas cosas pasarán, pero todavía no será el fin del mundo.

Porque los países pelearán unos contra otros, la gente no tendrá qué comer, y en muchos lugares habrá terremotos. Eso es sólo el principio de todo lo que el mundo sufrirá. Ustedes serán llevados presos, y entregados a las autoridades para que los maltraten y los maten. Todo el mundo los odiará por ser mis discípulos.

Muchos de mis seguidores dejarán de creer en mí; uno traicionará al otro y lo odiará. Llegarán muchos falsos profetas y engañarán a muchas personas. La gente será tan mala que la mayoría dejará de amarse. Pero yo salvaré a todo seguidor mío que confíe en mí hasta el final. El fin del mundo llegará cuando las buenas noticias del reino de Dios sean anunciadas en toda la tierra, y todo el mundo las haya escuchado”. Mateo 24:3-14 

Poco después, Jesús les dijo a sus discípulos:

–No se preocupen. Confíen en Dios y confíen también en mí. En la casa de mi Padre hay lugar para todos. Si no fuera cierto, no les habría dicho que voy allá a prepararles un lugar. Después de esto, volveré para llevarlos conmigo. Así estaremos juntos. Ustedes conocen el camino para ir a donde yo voy. Juan 14:1-4

Si conoces el camino, enfócate en él y síguelo con todas las fuerzas de tu corazón, porque “Dios ha demostrado cuánto ama a todo el mundo, pues les ha ofrecido la posibilidad de salvarse del castigo que merecen. Ese amor de Dios nos enseña que debemos dejar de hacer el mal, y no desear lo malo de este mundo.

También nos enseña que debemos vivir en este mundo siendo honestos y fieles a Dios, y pensando bien lo que hacemos. Así debemos vivir mientras llega ese día feliz y maravilloso que todos esperamos, cuando se manifestará nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. Él quiso morir para rescatarnos de todo lo malo y para purificarnos de nuestros pecados. Al hacerlo, nos convirtió en su pueblo, en un pueblo decidido a hacer el bien”. Tito 2. 11-14 

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