DIOS NOS TRANSFORMA EN MEDIO DE NUESTRAS LUCHAS Y PROBLEMAS

No te voy a negar que aun siendo cristianos y teniendo mucha fe en Dios, nosotros también pasamos por nuestras luchas. Para qué negarlo si eso no nos hace menos cristianos, sino gente normal de carne y hueso.

Te voy a compartir un breve pensamiento y le pido al Espíritu Santo que lo use para animarte y fortalecerte en este día.

La transformación de una oruga en mariposa es un proceso largo, oscuro y doloroso. La oruga hace girar su capullo y luego se disuelve en un lío pegajoso en la capa protectora de su crisálida para que sus células puedan reconfigurarse.

En este proceso, la oruga debe morir a su antiguo yo, y se tiene que activar el ADN previamente inactivo. Cuando esto sucede, la mariposa se convierte en una creación completamente nueva, aun siendo la misma, esta sufre una metamorfosis en su lucha por brotar a una nueva vida.

La transformación que atraviesa la oruga físicamente se parece mucho a lo que nos sucede a nosotros espiritualmente. Jesús toma nuestro lío espiritual y pegajoso y nos transforma en una nueva criatura. No perdemos consciencia de quienes somos, pero en medio de todas nuestras luchas, el Espíritu Santo nos va moldeando al punto que prácticamente ni nos parecemos a quién éramos antes.

La diferencia entre nosotros y la oruga es que mientras la oruga se transforma una vez, nosotros somos transformados una y otra vez, día tras día, mientras seguimos a Jesús.

Cuando surgen problemas o sucede algo inesperado, se expone la verdadera naturaleza de nuestro corazón. Nuestros defectos y pecados quedan al descubierto, ya sea que luchemos contra el orgullo, la envidia, el chisme o incluso la falta de fe. Nos sentimos humildes por la experiencia y reconocemos una vez más cuánto necesitamos a Jesús. Esto hace que vayamos cambiando, dejando ese "viejo hombre" y pasando a ser esa "nueva vida" en Cristo Jesús.

A medida que permitimos que el "capullo" de la presencia de Dios y Su Palabra nos forme y moldee, descubriremos que salimos de nuestros problemas más fuertes y con más confianza en Su bondad de lo que jamás creímos posible.

Es por eso que Santiago 1: 2-3 dice: "Hermanos míos, ustedes deben tenerse por muy dichosos cuando se vean sometidos a pruebas de toda clase. Pues ya saben que cuando su fe es puesta a prueba, ustedes aprenden a soportar con fortaleza el sufrimiento".

Por muy oscuro y aterrador que pueda parecer durante ese tiempo de prueba y transformación, también es una oportunidad para descubrir nuestras fortalezas y dones, y para aprender a ser mejores seres humanos y mejores hijos de Dios.

Recibe un cordial abrazo de tu hermano,

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Conociendo a Dios

Cómo vencer la preocupación tomado de la mano de Dios

Dios está pensando en ti