ASÍ SOY, Y SOY FELIZ

Me siento realizado, Dios me ha hecho libre. Puedo ser yo, puedo ser feliz. Sirvo a Cristo genuinamente, sin religiosidad.

Amo y me aman amigos de verdad, no esos que solo buscan a uno por interés. No juzgo ni condeno a persona alguna. Trato a todos como mi igual, respeto y exijo que se me respete.

Busco la forma de acercarme más a nuestro Padre y me gusta ayudar a las personas hacer lo mismo, pienso que lo más grande es la oración a Dios.

Soy directo, no pierdo tiempo jugando a agradar a todos porque sé que eso es imposible. Me sacrifico por ayudar a las vidas por quienes Cristo murió. Prefiero estar al lado del humilde, del necesitado, del despreciado, del juzgado, que vivir tratando de agradar a la gente que se cree perfecta y que piensa que los demás son segunda categoría, aunque con sus labios digan lo contrario, pero sus acciones los delatan.

Pude descubrir siendo joven lo que otros vienen a conocer cuando se les acaba la vida. Soy feliz con quien quiere ser feliz. Se vivir hoy, como si fuese mi último día, estoy en paz con mi Creador, no por ser bueno, sino porque estoy convencido que solo por la Sangre de Cristo puedo recibir perdón.

Cada mañana doy gracias a mi Padre Celestial por permitirme vivir un día más, por cada uno de mis seres queridos, y por las nuevas oportunidades que el nuevo día me trae. Siempre creo que hoy me espera un día grandioso, ya que Dios hizo este día para bendecirme. Y cuando sea mi último día será el mayor de todos porque por fin veré cara a cara la belleza de mi Salvador.

En las noches, le pido a mi Rey que guarde mi alma, que me guié en el camino correcto, que me ayude a ser mejor en el día de mañana, que me ayude a no seguir cometiendo los mismos errores del pasado.

Estoy seguro de mí, no necesito de halagos para sentirme bien o sentirme realizado, aunque son bonitos y los agradezco mucho cuando me son dados, pero sé quien soy en Cristo. Renuncie a ser idealista porque prefiero ser práctico, vivir con convicciones, pero sin buscar la perfección entendiendo que solo la alcanzaré cuando esté en su Presencia por la Eternidad.

Amo con todo mi corazón, entregándome por completo en cada proyecto, en cada persona, en cada situación. Me gusta dar lo mejor de mí siempre pero sin compararme a otros, sin medirme por lo que me digan que es la medida. Solo busco hacer lo mejor posible dentro de las fuerzas que el Espíritu Santo me regala cada instante de mi existir.

Gracias por leerme. Te comparto un abrazo en la distancia,

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Conociendo a Dios

Cómo vencer la preocupación tomado de la mano de Dios

Dios está pensando en ti