LA BIBLIA ES PLAGIO Esto no les va a gustar y se ofenderan conmigo.

La Biblia ha sido venerada por siglos como un texto sagrado, pero diversas investigaciones y estudios comparativos han demostrado que muchas de sus historias y doctrinas tienen raíces en textos y religiones mucho más antiguas. Este blog explorará esas conexiones entre la Biblia y otros textos antiguos, mostrando cómo las similitudes sugieren influencias culturales y espirituales que trascienden el cristianismo.

La Biblia y sus posibles influencias

Es comúnmente aceptado que la Biblia es un libro original y divinamente inspirado, sin embargo, muchos de los relatos que contiene parecen haber sido "inspirados" por escritos más antiguos. Uno de los casos más emblemáticos es el de las escrituras zoroastristas, que datan de diez siglos antes de la creación de la Biblia. Estas escrituras cuentan la historia de cómo Ormuz creó el mundo y a los dos primeros humanos en seis días, descansando el séptimo, una similitud innegable con el relato bíblico de la creación de Adán y Eva.

En el blog Amigo de ese ser supremo en el cual crees y confías: Reflexiones sobre el origen de la creación, se profundiza en cómo estos relatos míticos han sido una fuente de inspiración para diversas tradiciones religiosas.

La Epopeya de Gilgamesh y el relato del diluvio

Otro ejemplo claro de estas influencias es la Epopeya de Gilgamesh, que precede a la Biblia en 1600 años. En esta epopeya, un hombre es advertido por un dios sobre una inundación inminente, construye un gran barco y sobrevive junto a los animales. Esta historia presenta notables paralelismos con el relato del Arca de Noé en el libro del Génesis. Es fascinante cómo estos relatos se entrelazan, mostrando que la idea del diluvio y el juicio divino es anterior al cristianismo.

Puedes explorar más sobre este tipo de comparaciones en el artículo Bienvenido a mi blog: Antiguas epopeyas y sus similitudes con la Biblia.

La influencia egipcia en los mandamientos

Un aspecto clave de la ley mosaica, los Diez Mandamientos, también parece haber tomado inspiración de textos más antiguos. En el capítulo 125 del Libro de los Muertos egipcio, que data de aproximadamente 2600 a.C., se puede encontrar una lista similar de reglas morales y éticas que parecen coincidir con los mandamientos entregados a Moisés, lo que sugiere que las ideas de moralidad y orden divino ya estaban presentes mucho antes de la formación del judaísmo.

La Trinidad: ¿Un concepto prestado?

Otra similitud fascinante es la idea de la Trinidad, comúnmente asociada con el cristianismo. En el Nuevo Testamento, se menciona al Padre, Hijo y Espíritu Santo, pero este concepto trinitario ya existía en otras culturas, como en Egipto (Amón, Ra y Ptah) y en Sumeria (Ishtar, Baal y Tammuz), siglos antes del nacimiento de Cristo.

Para aquellos interesados en cómo las diferentes culturas han influido en las religiones posteriores, te recomiendo el artículo Mensajes Sabatinos: El legado cultural en las religiones modernas.

La figura del Mesías: Un concepto recurrente

El Nuevo Testamento presenta la figura de Jesús como el Mesías, un salvador divino que vino al mundo para redimir a la humanidad. Sin embargo, esta idea no es exclusiva del cristianismo. En varias religiones antiguas ya existían figuras de dioses o semidioses que servían como redentores. Hermes, Dionisio, Buda y Krishna son algunos ejemplos de estas figuras mitológicas que anteceden a Jesús, lo que plantea preguntas interesantes sobre cómo la idea del "salvador" ha sido reinterpretada a lo largo del tiempo.

En el canal de YouTube JulioCMD: Religiones antiguas y la figura del Mesías, se exploran en profundidad estos paralelismos, invitando a reflexionar sobre la universalidad de estos conceptos.

Reflexión final

Al analizar estos textos antiguos y compararlos con la Biblia, no se busca desacreditar las enseñanzas cristianas, sino más bien entender que muchas religiones y culturas han compartido temas comunes a lo largo de la historia. La verdad espiritual no tiene por qué estar confinada a un solo libro o creencia, sino que puede ser vista como una búsqueda constante a lo largo de los siglos. Como dice el conocido adagio: "El que descubre la verdad será verdaderamente libre".


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