Entradas

Mostrando las entradas de febrero, 2025

Engrandece a tu Dios

Imagen
El concepto que tienes de Dios determina cómo vives tu vida. Si tu visión de Dios es grande, entonces tu vida estará llena de posibilidades, bendiciones y victorias. Sin embargo, si tu visión de Él es pequeña, te será más difícil alcanzar tus metas y vivir una vida plena. Dios nos ha dado dos dones poderosos: el hablar y el pensar. Lo que hablas viene de lo que piensas, y es fundamental que tus pensamientos estén lo más alineados posible con la verdad de quién es Dios. En Isaías 29:13, Dios nos recuerda que no basta con honrarle solo con palabras si nuestros corazones están lejos de Él. Conocer a Dios personalmente es mucho más valioso que simplemente saber de Él de manera histórica o superficial. A continuación, algunas cualidades esenciales de Dios según las Escrituras para que puedas tener una visión más amplia y correcta de Su grandeza. Características de Dios según la Palabra Grande y hacedor de maravillas “Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas; Sólo tú eres Dios.” (Salmo...

Cuando la duda quiere ganar terreno

Imagen
La duda es algo con lo que todos lidiamos en algún momento de nuestras vidas. A veces, nuestras circunstancias o las adversidades que enfrentamos nos llevan a preguntarnos si realmente podemos confiar en las promesas de Dios. Sin embargo, Jesús nos asegura que, con fe, incluso las montañas pueden moverse (Marcos 11:23). Él nos invita a tener confianza en el poder de Dios y a no permitir que la duda gane terreno en nuestro corazón. La fe como herramienta poderosa Jesús dijo que con una fe tan pequeña como una semilla de mostaza, podríamos mover árboles o montañas (Lucas 17:6). Esto nos muestra que no se trata de la magnitud de nuestra fe, sino de su autenticidad y dirección. Tener fe en Dios significa confiar plenamente en Su poder y en Su palabra, porque Dios no miente. Como lo dice Números 23:19: "Dios no es un simple mortal para que mienta o cambie de parecer. Si él habla, ciertamente actúa; si él dice algo, lo lleva a cabo." El desafío de la duda y la incredulidad El probl...

Eres de gran valor para Dios

Imagen
Muchas personas no entienden completamente quiénes son en Cristo. Viven sus vidas basadas en lo que otros piensan o lo que ellas mismas creen ser. Sin embargo, la verdad acerca de nuestra identidad no está en los juicios externos o personales, sino en la Palabra de Dios. En 2 Corintios 5:17, se nos dice claramente que cuando estamos en Cristo, somos nuevas criaturas: "las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas." Esto significa que nuestra verdadera identidad y valor no provienen de lo que el mundo dice, sino de lo que Dios ya ha declarado sobre nosotros. Dios te ama y te ha aceptado El apóstol Juan nos recuerda que el amor de Dios no depende de nosotros: "En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados" (1 Juan 4:10). Es un amor inmenso, un amor que define nuestro verdadero valor. No somos definidos por lo que hacemos o...

Todo lo que necesitas, Dios ya lo ha provisto!

Imagen
Dios, en Su infinita gracia, ya ha puesto en nuestras vidas todo lo necesario para enfrentar nuestras luchas y vivir una vida de rectitud. El apóstol Pedro lo dejó claro cuando dijo: “Mediante su divino poder, Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para llevar una vida de rectitud” (2 Pedro 1:3-4). Esto significa que, como creyentes, ya contamos con las herramientas para vencer nuestros deseos carnales y vivir conforme a la voluntad de Dios. No es algo que necesitamos buscar fuera de nosotros; Dios ya ha hecho el trabajo y ha depositado en nosotros el potencial para alcanzar una vida plena en Él. Vivir en Su voluntad con todo lo que nos ha dado El apóstol Pedro continúa explicando que debemos esforzarnos al máximo por responder a las promesas de Dios mediante la fe, añadiendo excelencia moral, conocimiento, control propio y perseverancia (2 Pedro 1:5-8). Esta progresión nos permite madurar y ser productivos en nuestro conocimiento de Jesucristo. De hecho, el llamado a dejar el pecado...