Dios es un refugio que te protege y te da fuerzas
Nuestro Dios es como un castillo que nos brinda protección. Dios siempre nos ayuda cuando estamos en problemas. Aunque tiemble la tierra y se hundan las montañas hasta el fondo del mar; aunque se levanten grandes olas y sacudan los cerros con violencia, ¡no tendremos miedo!
Con nosotros está el Dios del universo; él es Dios de nuestro pueblo, ¡él es nuestro refugio!” (Salmos 46: 1-3 y 7
Tu Dios es más grande que esa inmensa montaña que está delante de ti. Tu Dios es más poderoso de lo que te puedes imaginar. El día de hoy te animo a que ores como el salmista David:
“Sólo Dios me da tranquilidad,
sólo él puede salvarme;
sólo él me da su protección,
¡jamás seré derrotado!
Sólo Dios me da tranquilidad;
sólo él me da confianza.
Sólo él me da su protección,
sólo él puede salvarme;
¡jamás seré derrotado!
Dios es mi salvador;
Dios es mi motivo de orgullo;
me protege y me llena de fuerza.
¡Dios es mi refugio!
Pueblo mío,
¡confía siempre en Dios!
Cuando vayas a su templo,
cuéntale todos tus problemas.
¡Dios es nuestro refugio!” Salmos 62:1-2,5-8
Hoy te animo a que le hables a esa situación difícil, a esa montaña delante de ti, a ese proyecto que tienes en mente o a ese emprendimiento que parece estar en la cuerda floja. Dile lo siguiente:
“Mi vida está escondida en Él
Refugio de mi vida es el Señor
¡Castillo mío, refugio mío
Mi Dios en quien confío!”
Comentarios
Publicar un comentario