El señor escucha tu oración



Hoy el Señor nos recuerda que, desde el primer momento en que nos acercamos a Él con humildad, nuestras oraciones son escuchadas. Como dijo el ángel a Daniel: “No tengas miedo, porque desde el primer día en que trataste de comprender las cosas difíciles y decidiste humillarte ante tu Dios, él escuchó tus oraciones” (Daniel 10:12).

Dios no solo escucha, sino que también está cerca de los que tienen un corazón contrito: “Porque el Altísimo, el que vive para siempre y cuyo nombre es santo, dice: «Yo vivo en un lugar alto y sagrado, pero también estoy con el humilde y afligido, y le doy ánimo y aliento” (Isaías 57:15). Esta promesa nos llena de esperanza y nos recuerda que nunca estamos solos.

La Humildad, Puerta a la Gracia Divina

El Salmo 51:17 nos enseña que las ofrendas más preciadas para Dios son un espíritu dolido y un corazón hecho pedazos: “Las ofrendas a Dios son un espíritu dolido; ¡tú no desprecias, oh Dios, un corazón hecho pedazos!”. Este mensaje nos invita a acercarnos a Él sin orgullo, con la certeza de que su amor es incondicional.

Dios nos exhorta a vivir en humildad: “Humíllate, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él te enaltezca a su debido tiempo” (1 Pedro 5:6). Es a través de la humildad que somos elevados y renovados por su gracia.

Agradeciendo en Toda Circunstancia

El dar gracias a Dios en medio de nuestras dificultades no cambiará necesariamente las circunstancias, pero transformará nuestro corazón y nuestra perspectiva. Como nos dice Filipenses 4:6: “No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también”. Este acto de gratitud nos conecta con la paz que solo Él puede dar.

El Señor está atento a las oraciones de los justos: “Porque tú, Señor, eres bueno y perdonas; eres todo amor con los que te invocan. Señor, escucha mi oración, ¡atiende mi plegaria! En mi angustia clamo a ti, porque tú me respondes” (Salmos 86:5-7).

Dios Camina con Nosotros

Proverbios 15:29 reafirma que “El Señor está lejos de los perversos, pero oye las oraciones de los justos”. Esta cercanía divina nos da la fortaleza para enfrentar cualquier desafío con fe y esperanza. Recordemos siempre que Él no solo escucha, sino que también responde y camina con nosotros en cada paso del camino.

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Dale gracias a Dios por escuchar tus oraciones y permite que su paz inunde tu corazón. ¡Confía, ora y avanza con esperanza!

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