Es Hora de Hablar la Palabra de Dios

Cuando escuchamos la Palabra de Dios, algo poderoso comienza a suceder en nuestro interior: nuestra fe crece, nuestra mente se renueva, y empezamos a ver la vida de una manera diferente. Pero la fe no solo se queda en el corazón o en nuestros pensamientos; tiene que ser hablada y puesta en acción. Jesús mismo nos enseñó que la fe no es solo creer, sino declarar con convicción lo que deseamos ver. En Marcos 11:22-23, Jesús nos anima: “Tened fe en Dios. De cierto os digo que cualquiera que diga a este monte: «Quítate y arrójate en el mar», y no duda en su corazón, sino que cree que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.” Aquí, Jesús subraya el poder de hablar en fe, de declarar con confianza lo que queremos ver según la voluntad de Dios. No basta con creer en silencio; necesitamos expresar con nuestras palabras aquello en lo que creemos. Muchas veces, pensamos que con tener fe es suficiente, pero Jesús no dijo “cualquiera que creyere” sino “cualquiera que diga”. Nuestras pala...